Hoy tenemos acceso a diferentes fuentes de información y contamos también con estudios que confirman como las plantas pueden ayudar a mejorar nuestra salud.
La aromaterapia tiene por objeto reforzar y estimular las defensas naturales del organismo. Se convierte así en un medio complementario para ayudar al individuo en diferentes situaciones:
- Contrarestar el insomnio
- Reducir el estrés
- Disminuir la ansiedad
- Aliviar el dolor
- En depresiones
- Aumentar nuestras defensas
- Corregir problemas estomacales crónicos
- Padecimientos diversos
Cada planta posee un aroma característico, un grupo de propiedades e indicaciones en las que podemos utilizarlas para aliviar estos síntomas.
Los aceites esenciales de diferentes plantas han sido usados para propósitos terapéuticos desde hace cientos de años. Chinos, hindúes, egipcios, griegos y romanos usaron los aceites esenciales en cosméticos, perfumes y medicinas.
Mas recientemente el químico francés Gattefosse, descubrió las propiedades medicinales del aceite esencial de lavanda cuando lo aplicó a una quemadura sobre su mano después de sufrir un accidente en su laboratorio.
Después de ver los asombrosos resultados se dedico a investigar las propiedades químicas de los aceites esenciales y registrar su uso para tratar quemaduras, infecciones de la piel y ampollas en los soldados durante la Primera Guerra Mundial.
En 1928 Gattefosse fundo la ciencia de la aromaterapia moderna o el uso de aceites esenciales. En los años 50 fisioterapeutas, enfermeras, cosmetólogos, masajistas, doctores y otros profesionales de la salud empezaron a utilizar los aceites esenciales como alternativa a los antibióticos.
La aromaterapia comenzó a ser popular en los Estados Unidos en los años 80, cuando los aceites esenciales llamaron la atención de masajistas, terapeutas, los practicantes de la medicina alternativa, la industria comercial y la cosmética.
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